domingo, 28 de junio de 2009

Diario III

"... mujer para afuera, mujer para adentro..."


Mujer

Me senté en la cama, acerque mi rostro al suyo, y en un gesto tan característico mío, puse mi mano bajo la barbilla, así como cuando aún era su niña. Lo miré a los ojos mientras enredaba sus dedos en mi pelo, mientras se perdía en mi mirada. No lo deseaba, simplemente veía en él una ternura recién inventada, el deceso de la pasión, un amante en pausa... Y hubo en mi gesto formas tan sensibles, incomprensibles y humanas, que se quedo mudo, increíblemente yerto de palabras mientras me contemplaba. Fue ese, un silencio aterrador y eterno que duro hasta que pudo ver lo que nunca había deseado ver, lo más genuino que inexorablemente vivía en mi: una mujer.

2 comentarios:

  1. Si no puede con una mujer, que siga caminando...
    Beso grande!

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  2. Relato cargado de promiscuidad, incesto y cero imaginación, desaforado extasis de inapetencia intelectual, por ende: "Una Bazofia".

    Lo unico bueno es el recuerdo de tu Padre...los hijos deben honrar con la vida a sus padres, unico eslabon que nos hace personas.

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