
Desearte es como la muerte,
es esparcir el aroma de tu cuerpo
dentro de ese grito que
no se saciará jamás.
Quiero adoptar tu fuego,
quiero que me queme por dentro
y luego tragarme el sinsabor
que me han dejado tus labios secos.
Desearte es la muerte
desarticulando cada río
torrentoso precipitándose
salvaje y poderoso hacia ti.
Es masticar la ternura
de cada mirada que no tengo,
de cada necesidad
congestionada con
el veneno emblemático de la distancia.
Desearte es ese silencio
que has creado con tus
manos,
en mi cuerpo
y en cada uno de mis reflejos...
Para amarme solitariamente
con el filo de tu alma.
Desearte es morir.
Y yo, cada día, estoy muriendo por ti.
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