miércoles, 22 de julio de 2009

Sin excusas



No habrá excusas esta vez.

Sé que las abejas zumban en tu oído

prometiendo un domingo desarmado.

Consulto mi frenético oráculo

y todo predice que hoy es el día:

Un domingo desarmado

por la lujuria de mis veintiocho años.

Hoy, no daré pie para las excusas,

menos para las treguas de aullidos.

Hoy es el día para conjurar un húmedo tango

y liquidar los sexos con lunáticas fragancias;

hoy es el día para ordenar tu piel

servida entre sábanas de plata,

para que entres en mis sueños

y me pidas que cumpla hasta

tus más recónditos deseos.

No habrá excusa para que hoy

te enredes en la selva de mi pelo

y te pierdas en la insolencia

que guardan mis piernas.

Hoy es domingo desarmado,

es el día para invadir tu hogar

y ser esa niña terrible que te prometí.


2 comentarios:

  1. eneste poema te espero, asi, alucinado por el deseo

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  2. Siempre en la espera...te diria millones de cosas sobre tu poesia, pero...nome nace ese fuego de lujuria. Sin embargo...es grandioso y llena mucho de ese vino...de amor

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